¿Qué es brainfood o alimentación neurosaludable?
El cerebro humano representa aproximadamente solo el 2% del total del peso corporal, pero es capaz de consumir el 20% de la energía que diariamente consume nuestro cuerpo, pudiendo llegar a más si nos enfrentamos a situaciones de estrés que hacen que el rendimiento cerebral sea mucho más exigente.
Este es un dato fundamental que marca la importancia que tiene la alimentación para el buen funcionamiento de nuestro cerebro, pero además para que sea un funcionamiento activo y sano. De aquí parte el brainfood o alimentación neurosaludable, que nos indica cuales alimentos son considerados los mejores para mantener nuestro cerebro sano y activo por muchos años.
Hay alimentos que pueden potenciar la memoria, modificar el estado de ánimo y mantener alta la motivación.
"Brainfood" hace referencia a aquellos alimentos que tienen un efecto especialmente positivo en el rendimiento mental. Y es que mejoran la capacidad de atención y concentración porque contienen sustancias activas y protectoras.
Aunque el término "Brainfood" ha surgido en los últimos años, desde hace tiempo que se conocen los beneficios que aportan ciertos alimentos.
Antes de adentrarnos en los alimentos que benefician a nuestro cerebro, debemos conocer el funcionamiento de nuestro órgano pensante. El cerebro es literalmente un devorador de energía, necesita un 50% más energía que el corazón. Esta se emplea en nuestro rendimiento mental: procesos como la percepción, la atención, el tiempo de reacción o la memoria, así como los procesos complejos de toma de decisiones y las soluciones de problemas, se procesan en el cerebro. Este órgano recibe los nutrimentos que necesita a través del torrente sanguíneo. Por lo tanto, el rendimiento del cerebro depende de nuestros hábitos alimentarios y de nuestra ingesta de líquidos.
No solo la alimentación tiene influencia en nuestra capacidad mental, sino también es clave consumir la suficiente cantidad de líquido. Con solo un 2% de pérdida de líquidos en nuestro organismo, se reduce nuestro rendimiento físico y mental. Es por este motivo que se recomienda que los adultos consuman al día entre 2 y 2,5 litros de agua.
¿Cómo debemos alimentar a nuestro cerebro para que funcione de la mejor manera?
La principal fuente de energía para el cerebro es el azúcar, o glucosa. El cuerpo puede descomponer los alimentos que contienen hidratos de carbono como los cereales, las patatas, las frutas y las legumbres y convertirlos en glucosa. Para mantener niveles constantes de azúcar en sangre es necesario consumir regularmente hidratos de carbono complejos. Además de glucosa, nuestro cerebro necesita grasa. Los ácidos grasos poliinsaturados aportan la energía necesaria y además son muy beneficiosos para las células nerviosas. Los ácidos Omega 3 son especialmente importantes y se encuentran en el pescado con alto contenido en grasas (salmón, caballa, atún, arenque), el aceite de colza, de nuez, de linaza, las semillas y, por supuesto, las nueces.
Los aminoácidos por su parte, aportan una gran cantidad de energía. Los aminoácidos contenidos en las proteínas, intervienen en la construcción de los llamados neurotransmisores, cuya función es mantenernos mentalmente en forma. La información puede fluir rápidamente de una célula a la siguiente y nos sentimos mejor, más eficientes y más relajados. Aparte del pescado y el marisco, también destacan por su alto contenido en proteínas, la carne magra, los productos lácteos, los productos integrales, las legumbres y las nueces.
Asimismo, las vitaminas, los minerales y los oligoelementos, junto con el suficiente líquido y el oxígeno, son esenciales para el metabolismo cerebral.
Una dieta diseñada de manera inteligente puede ayudar a aumentar notablemente el rendimiento cognitivo, las habilidades de aprendizaje y memoria y el pensamiento.
Si bien no hay alimentos mágicos, lo importante es llevar un plan nutricional equilibrado.
El plan nutricional que más se ha estudiado es la "dieta mediterránea".
Se sabe que esta dieta disminuye el riesgo de padecer enfermedades como Alzheimer y Parkinson, además de ayudar en la prevención de enfermedades cardiovasculares y disminuye el riesgo de obesidad, que indirectamente también incide sobre la salud cardiovascular.
Una dieta mediterránea típica incluye muchos vegetales, frutas, legumbres, cereales y productos ricos en carbohidratos como el pan integral, la pasta y el arroz integral.
También contiene cantidades moderadas de pescado, carne blanca y algunos productos lácteos. Y además utiliza aceite de oliva para cocinar y aderezar.
La clave son comer sano, equilibrado y con moderación.
Teniendo en cuenta estas recomendaciones, desde el punto de vista del funcionamiento del cerebro hay diversos nutrimentos y alimentos muy importantes. Veamos cuáles son.
Pescados azules
El sistema nervioso y concretamente el cerebro son tejidos muy ricos en agua pero que también tienen un componente lipídico (graso) muy importante. De hecho más de un 60% de su peso seco está constituido por lípidos, por lo que ciertos ácidos grasos cobran especial relevancia.
Los pescados azules son ricos en el ácido graso omega-3 docosahexaenoico (DHA).
Una dieta rica en este nutrimento "ha demostrado suponer una serie de beneficios, entre ellos un menor deterioro cognitivo y menor riesgo de enfermedades como el Alzheimer.
Cítricos y verduras
Son alimentos ricos en vitamina C, que según varios estudios se asocia con un mejor desempeño cognitivo. Quizás se debe a su función antioxidante y a que participa en la producción de los neurotransmisores, las biomoléculas que se encargan de transmitir la información de una neurona a otra.
Ocurre lo mismo con los plátanos, ricos en piridoxina, una forma de vitamina B6 que participa en el metabolismo de los neurotransmisores.
Cacao puro y canela
Son alimentos ricos en polifenoles, que han mostrado resultados interesantes en prevención del deterioro cognitivo por su efecto antioxidante que protege a las neuronas.
Aguacate
Los aguacates, junto con el aceite de oliva y otras fuentes de grasa monoinsaturadas (un tipo de grasa saludable) colaboran también en la prevención del deterioro cognitivo justamente por su riqueza en este tipo de ácidos grasos y también en ciertos fitoquímicos (nutrientes de origen vegetal).
Nueces
Las nueces son excelentes fuentes de proteínas y grasas saludables.
Son ricas en un tipo de ácido graso omega-3 llamado ácido alfalinolénico (ALA), que ayuda a bajar la presión arterial y protege las arterias. Esto es bueno tanto para el corazón como para el cerebro.
Por último recuerda que NO existen alimentos mágicos, ni dietas milagrosas, pero sí hay los que son enemigos para el cerebro, como la sal, el azúcar y las grasas trans (que se encuentran en los alimentos procesados).
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