¿Sabías que puedes vivir hasta seis semanas sin alimento, pero sin agua no podrías sobrevivir más de una semana? De hecho, perder más del 10% de tu peso por deshidratación o pérdida de agua puede causar extrema debilidad y riesgo de un ataque al corazón.
El agua es uno de los principales nutrimentos indispensables para el cuerpo, ya que representa entre el 50 y 75% del peso corporal, habiendo variaciones según la edad, composición corporal, sexo, etc. Todos los tejidos están compuestos de agua: 83% de la sangre, 75% del músculo, 90% de los pulmones, 75% del cerebro y 24% de los huesos. Sin agua, el cuerpo no puede funcionar correctamente.
Las funciones que realiza el agua en el cuerpo son:
Regular la temperatura corporal
Transportar nutrimentos y oxígeno a las células
Eliminar los desechos del metabolismo
Mantener un tránsito intestinal adecuado
Es componente de los fluidos del cuerpo, tales como sangre, saliva, jugos gástricos
Para evitar la deshidratación tu cuerpo requiere un aporte continuo de agua, ¿cuánto?, depende de las pérdidas que tengas en el sudor, orina, intestinos e incluso en la respiración. Existen distintos factores que afectan la pérdida de líquidos, tales como el clima, consumo de sodio, actividad física, consumo de bebidas alcohólicas, medicamentos y horarios de sueño.
Algunos síntomas de deshidratación son: sed, mareos, boca seca, dolores de cabeza, cansancio y orina concentrada.
Ahora bien, la sensación de sed no es una señal adecuada para medir el consumo de agua, ya que es probable que cuando sientas sed ya estés deshidratado, o peor aún, que se te quite la sed sin estar completamente rehidratado. Es más, seguro has escuchado a alguien decir que no toma agua porque no le da sed. La realidad es que tu cuerpo se adapta a tu aporte de líquidos, de forma que si únicamente tomaste dos vasos de agua en el día, ajustará su funcionamiento a eliminar todos los desechos del metabolismo en tan sólo dos vasos de agua, pero la sensación de sed será la de recuperar tan sólo esos dos vasos de agua. Sin embargo, los riñones (órganos encargados de limpiar la sangre y eliminar los desechos a través de la orina) trabajan más eficientemente cuando consumes entre seis y ocho vasos al día. Tomar suficiente agua también favorece la eliminación de sodio y con ello se controla la presión arterial. Es importante que tomes en cuenta que el café, las bebidas alcohólicas y el refresco no son líquidos que sirvan de igual manera que el agua para hidratar tu cuerpo.
¿Qué tipo de líquidos y cuánto debemos consumir?
Nuestro consumo de líquidos depende de diversos factores como ya mencionamos anteriormente, sin embargo podemos medir el requerimiento de acuerdo a la edad. A continuación te presentamos una tabla donde puedes observar la recomendación diaria.
JARRA DEL BUEN BEBER
Así como está el Plato del Bien Comer, existe una representación gráfica sobre las recomendaciones del consumo de líquidos. Aunque no está tan difundida, sirve como guía sobre el tipo de líquidos que se deben consumir, limitando el consumo de bebidas con elevado aporte de azúcares.
Es importante mencionar que el consumo de bebidas azucaradas (refrescos, jugo, aguas de sabor con azúcar) se considera un factor de riesgo para el sobrepeso y la obesidad. México es el principal consumidor de bebidas endulzadas con azúcar en el mundo, en 2002 las calorías provenientes de estas bebidas representaban el 8-9% de las calorías totales, mientras que las frutas y verduras sólo el 2%; sin embargo, para el 2012, en niños y adolescentes este porcentaje aumentó hasta 17.5%. Por lo anterior, a principios de 2014 se introdujo un impuesto del 10% en bebidas con alto contenido de azúcar para disminuir su consumo.
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